Memoria Farmacéutica
Las Instituciones Farmacéuticas tienen hoy una importante responsabilidad, incluyo a todos porque a las Instituciones la formamos todos los colegiados, incluidos los dirigentes, los desempleados, los no representados, los propietarios y los que están en relación de dependencia o por cuenta propia, todos.
En la “memoria farmacéutica” subyace la perversa competencia entre dispensadores, propietarios o no, unipersonales o empresarios. Mientras tanto el Estado, se ha desentendido del control y regulación de las asimetrías en la cadena de comercialización del medicamento, recayendo las desigualdades en el último eslabón, el más vulnerable: las farmacias.
Colegas: esto obliga a la dirigencia a replantearse herramientas de comunicación, flexibilidad en el debate y consenso federal para las grandes transformaciones. No hay tiempo para el asombro, hay un rol que cumplir, tenemos la posibilidad histórica de concientizar a la población y autoridades gubernamentales que donde haya un medicamento, cualquiera sea su condición de venta y cualquiera sea su incidencia en la sanidad argentina, es imprescindible el accionar de un farmacéutico; no más ausencias, no más excusas, no más claudicar ante lobbies mercantiles, somos los indicados y habilitados legalmente para todas estas cuestiones, podemos y debemos acercar nuestras propuestas a las autoridades sanitarias.
Somos necesarios. Debemos despertar. La sociedad argentina se lo merece, nosotros también.
FUENTE: Judith Rebullida //Mirada Profesional