Alzheimer: nuevos fármacos y mayor prevención, desafíos pendientes contra el mal.
BUENOS AIRES, septiembre 20: Se estima que en Argentina afecta a unas 400 mil personas. La ciencia trabaja para lograr medicamentos más efectivos, a la espera de la ansiada cura. Mientras tanto, una iniciativa global, que incluye científicos locales, busca crear un "Papanicolau" del mal para detectarlo hasta 20 años antes de los primeros síntomas.
El 21 de septiembre de cada año es la fecha para recordar en todo el mundo los problemas de salud derivados del mal de Alzheimer. Enfermedad neurológica de alto impacto, desde hace años concentra esfuerzos de la ciencia y la salud para dar con una cura efectiva, cosa que hasta el momento no sucedió. Con una incidencia que crece en los países del tercer mundo, la enfermedad genera impacto en el núcleo familiar, y puede afectar las relaciones entre personas. Si bien está en etapa experimental, el inicio de los ensayos para probar una vacuna esperanza al mundo. Lo mismo que un sistema de detección (el "Papanicolau de mal", como lo llaman los especialistas) que podría detectar síntomas dos décadas antes de que se desarrolle la enfermedad. En Argentina, se estima que 400 personas padecen Alzheimer.
La ciencia está en plena batalla contra la enfermedad, aunque todavía no hay datos concretos de que pueda ganar. Por ahora, existen medicamentos para frenar el deterioro de las neuronas, pero nada respecto a una cura. Lo más avanzado en ese camino es la vacuna denominada Bvac40, que ya tiene permiso para su ensayo clínico en humanos. Así lo ha anunciado el grupo Grifols, un laboratorio de origen español.
"Actualmente existen tres vacunas contra el Alzheimer que se encuentran en ensayo clínico. La ABvac40 sería la cuarta y es una de las más prometedoras, aunque aún tiene que demostrarlo", indica Guillermo García Ribas, neurólogo del hospital Ramón y Cajal de Madrid y coordinador del grupo de conductas y demencias de Sociedad Española de Neurología (SEN). El medicamento ha sido desarrollado por Manuel Sarasa, director científico de Araclon Biotech y catedrático de anatomía de la Universidad de Zaragoza, y su equipo. Su objetivo es conseguir la inmunización contra las proteínas tau y beta-amiloides 40 y 42, que en las personan afectadas se acumulan en el cerebro y provocan la destrucción de las neuronas.
Otro de los avances contra la enfermedad se basa en sistemas de detección más completos y complejos. En este sentido, existe actualmente un proyecto global en el que participan científicos argentinos que investiga si el Alzheimer heredado puede ser detectado hasta 20 años antes de que ocurran los problemas. Según informó la Fundación Fleni "parte de los resultados preliminares de DIAN (sigla en inglés del proyecto Iniciativa para el Diagnóstico por Neuroimágenes de la Enfermedad de Alzheimer) demostraron que las formas heredadas de la enfermedad de Alzheimer pueden ser identificadas hasta dos décadas antes del desarrollo de los problemas de memoria".
Se estudia particularmente un subtipo de la enfermedad que produce cambios en el cerebro que podrían ocurrir años antes de la detección actual de sus síntomas.
Identificar la enfermedad de Alzheimer en sus primeras etapas es una de las prioridades de la investigación, y el objetivo de DIAN es estudiar la variante autosómica dominante, un subtipo poco frecuente que suele producir pérdida de memoria y demencia entre los 30 y 50 años de edad".
Esta variante tiene fuertes antecedentes familiares, afecta casi a la mitad de los descendientes y, aunque representa menos del 1 por ciento de todos los casos de la enfermedad de Alzheimer, es un importante modelo de estudio debido a que sus resultados pueden extrapolarse a la variante esporádica, más común. "Entender estas formas de la enfermedad de Alzheimer puede proveer las claves para decodificar su fisiopatología y desarrollar tratamientos aún en etapas asintomáticas", en prevención de la pérdida de células cerebrales con una intervención temprana, antes de que se exprese el daño.
El estudio DIAN comenzó en 2008 y los resultados preliminares del primer grupo de 150 pacientes mostraron que la química cerebral y los cambios de imagen pueden detectarse al menos 10 o hasta quizás 20 años antes de la edad esperada de aparición de los síntomas.
Los investigadores de DIAN estudian a los miembros de las familias que tienen mutaciones en uno de los tres genes: proteína precursora amiloidea, presenilina 1 o la presenilina 2. DIAN es la red internacional más amplia del mundo en relación a la investigación del Alzheimer dominante heredado, liderada por John Morris (de la Washington University School of Medicine in St. Louis) e integrada por 13 instituciones de Estados Unidos, Europa y Australia.
La enfermedad de Alzheimer es una patología neurodegenerativa que afecta en la actualidad a 1 de cada 10 personas mayores de 65 años, con un estimado de 35 millones de pacientes a escala global. Esta enfermedad - cuyo nombre remite al doctor Alois Alzheimer, quien la describió en 1906 - es considerada la forma más común de demencia, ya que representa un 70 por ciento del total de estas afecciones.
El olvidarse de alguna situación, nombre u objeto en especial no es un alerta de Alzheimer: a lo que hay que prestar atención, es a los olvidos de relevancia en forma continua y que persisten en el tiempo.
La "nueva epidemia"
El mal de Alzheimer, la forma más común de demencia en mayores de 65 años, afecta a unas 400 mil personas en la Argentina según datos del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (INEBA). "Si bien no se cuenta con números exactos, se estima que la enfermedad de Alzheimer afecta entre 300 mil y 400 mil personas en Argentina, siendo su prevalencia mayor en individuos de más de 65 años de edad", explicó Ignacio Demey, jefe de la Unidad de Neurociencias Cognitivas de INEBA.
El especialista precisó que esto se debe a que el principal factor de riesgo para las demencias en general y para la enfermedad de Alzheimer en particular, es la edad: "Los trastornos cognitivos y las demencias incrementan su prevalencia como resultado del envejecimiento progresivo de la población", dijo. "Este envejecimiento afecta a todas las regiones del planeta con excepción del África subsahariana", remarcó Demey y detalló que en las próximas décadas "la región que más envejecerá será América del Sur".
El especialista precisó que el número de personas con demencia a escala mundial en 2001 se estimaba en 24.300.000 casos, proyectándose para 2020 unos 42.300.000 y para 2040 unos 81.000.000 casos. "Pero este crecimiento no será simétrico -dijo Demey-, ya que entre 2001 y 2040 el incremento del número de casos en países desarrollados será del 100 por ciento, mientras que en países subdesarrollados será del 300 por ciento. Es por esto que los trastornos cognitivos y las demencias son consideradas `la nueva epidemia`".